domingo, 25 de noviembre de 2012

Tenemos que hablar

" Hoy les hablaré de una de mis más recientes neuras. Últimamente he notado que la gente no apuesta por la conversación como Dios manda, y que, en el fondo, nuestros pueblos y ciudades están poblados de seres humanos y humanas que solo se cuentan cosas pero que no tienen ganas ni paciencia para escucharse".
A. Buenafuente.

Hace poco di con un libro de Andreu Buenafuente, es la recopilación de los artículos que escribió en La Vanguardia. Pues uno de ellos se titula Tenemos que hablar, y comienza como ha comenzado esta entrada. Y me ha llamado tanto la atención porque precisamente yo tengo la misma neura... exacta, un calco. En mi caso he localizado cuatro tipos de personas que cuando se espera una conversación (especialmente de las heavys) llevan a cabo los siguientes comportamientos:

Tipo 1 o "Necesito drogas". SIEMPRE recurren a: vamos a tomar una cerveza, vinito, cocacolas, maria, tabaco, té, sisa, o si subimos el listón... ron, tequila, vodka, ... (y no voy a subir más el listón, que os guíe vuestra imaginación).

Tipo 2 o "El estresado": Buff, ojalá tuviera tiempo, te llamo cuando tenga un hueco y quedamos para dentro de 2 semanas. Sabes lo importante que es para mi hablar contigo y verte, pero voy muy estresado/a y no hay forma de hacer todo lo que me planteo.

Tipo 3 o "Necesito herramientas". Herramientas viene siendo un eufemismo, lo que necesitan es ayuda. Bueno, pues dichas herramientas van desde una Blackberry cuchipenda, o un Iphone cuchipendo tambien, (donde aprovechan para enseñarte tal o cual mandanga que no te interesa un cagarro, o bien enseñarte su ultimo whatsapp para que te rias con ellos), un reloj en la muñeca (para controlar el tiempo que gastan contigo), o un estupendo bloc de notas de tamaño A4.

Tipo 4 o "Me da miedo el silencio". Éstos son los que más me gustan, estas personas se ponen nerviosas cuando se produce un silencio en la conversación a la vez que les miras a los ojos. Y entonces, dicen o hacen cualquier chuminada que no viene a cuento, que deja su madurez psicológica a caer de un burro. Ojo, aquí hay otra variante, a esta si que le tengo respeto: son aquellas personas que reconocen que se han puesto nerviosas, y a continuación te preguntan ¿en qué piensas?.

Pues dicho esto, felicito a aquellas personas que últimamente me han visto tomar con ellas un poleo-menta, y que me han preguntado "en qué piensas".

martes, 13 de noviembre de 2012

Madrid, después de un año

No se por dónde empezar, y no se cómo expresar esto. Después de todo un año viviendo en otro lugar, y también de otro modo, la vuelta a Madrid ha sido algo que nada tiene que ver con las expectativas que tenía sobre este viaje. Suponía que sería algo entrañable, pero qué equivocada estaba, ha sido mucho más que eso. Creo que ha sido uno de los viajes “de mi vida”. Esos viajes que se graban a fuego en el corazón por todas las emociones que desatan. Pocas veces he vuelto a casa tan en paz como esta. Ya lo sabía, pero lo que hemos vivido en estos días me hace darme cuenta de porqué he vivido en Madrid seis años.


Me gustaría dejar algunos mensajes aquí, cada uno de ellos va para alguien en particular, son muy fáciles de reconocer :)

- De nuevo se porqué somos tan parecidas, yo en Boston y tu en California nos compramos la misma ropa sin saberlo :) gracias siempre por tu estupenda sonrisa., sería capaz de levantar la moral a un muerto. Ánimo en la tarea terapéutica que comenzamos las dos a la vez, y el mismo día.

- Gracias por esa botella reservada para mi vuelta, por tu réflex y tu otra camarita que inmortalizaron momentos estelares, y gracias por tu sensibilidad, que es, aunque pueda no parecerlo desde fuera, endiabladamente grande.

- Me da la sensación de que ese vínculo especial que tenemos nos acompañará mucho tiempo, y es que a veces tu y yo hablamos sin palabras. Me encanta ser tu elixir :)

- Mi “hermana”. Soy feliz contigo, y disfruto mucho en este renacer conjunto, y más ahora que vamos las dos sobre ruedas :D

- Te siento como el cemento del grupo, por que siga así mucho tiempo.

- Creo que pocas veces habíamos hablado con tanta sinceridad. Has sido una de las mejores cosas que me han pasado estos días. No imaginas lo bien que me siento después de este intercambio emocional, gracias por permanecer.

- Gracias por ayudarme. Y ya lo sabes, pero lo reitero: cuidado con pillarte los dedos otra vez.

- Qué puedo decir, tomar un té de estevia contigo es una experiencia mística :) Como lo son todas esas gestalts que van fluyendo en nuestro compartir. Siempre que te veo siento la sensación de crecer emocionalmente, gracias.