Algo había anunciado, primero la idea te viene a la cabeza, luego le das certeza y forma, más tarde toma fuerza y lo expresas con convencimiento.
Me marcho. Vuelvo al Norte. Nadie se hubiera imaginado hace un mes que las cosas iban a cambiar tanto en tan poco tiempo. Ni yo misma, pero esta es la decisión. ¿Por qué? Tendría que escribir demasiadas palabras para dar todas las razones, y además quienes tienen de verdad que saberlas, ya las saben. Creo que es una de las primeras veces en mi vida que tomo una decisión tan importante, guiándome sólo por el corazón. No es un impulso, es algo meditado desde las tripas, como diría Julia Sebastián, no desde la cabeza. Y me encanta que sea así, poder sentir esa certeza de que no me estoy equivocando, que estoy haciendo lo que más deseo.
Dejo atrás seis años de mi vida en Madrid. Una ciudad en la que he vivido muchísimas cosas, anécdotas inverosímiles, en la que he encontrado personas increíbles, en la que me he enamorado, en la que he aprendido a sentir y a vivir, en la que he querido y he odiado, y en la que he construido algunos sueños.
Es imposible nombrar a toda la gente que ha estado en mi vida a lo largo de estos años, pero si quiero rescatar algunos momentos que he compartido con personas que me han hecho muy feliz…
- Nuestros fantásticos despertares en la resi, con lasañas congeladas en la tripa, noches en vela para estudiar, y noches en vela “quemando Madrid”.
- Nuestro aterrizaje en territorio Argüelles, y nuestro despegue en territorio Vallecas.
- Los conciertos, todos esos conciertos a los que he ido, en los que en algunos me he dejado la voz.
- La noche que encontré una jaima y una fiesta en el salón de mi casa, como sorpresa por mi 20 cumpleaños.
- Las clases en el Anexo, jamás olvidaré las tardes de primavera en las que la gente del césped no me daba envidia.
- El fiestódromo de la uni, y todas las locuras que hemos hecho al salir de él.
- Todas esas rutas del chupito, pasando por distintas estaciones: Tnt, Sargantana, La Dama, Talisman, Tuareg, Lemmy , Tyrant y Ragnarok.
- La azotea de mi casa, viendo Madrid de noche.
- Las tardes-noches de meditación y reflexión sobre la vida y la muerte, las personas, la psique, las experiencias pasadas, el presente y el futuro.
- Las pelis manta-palomitas que he visto con todxs vosotrxs.
- La Dehesa, mi Dehesa… y todas las personas que han compartido momentos conmigo allí.
- Mi 23 cumpleaños multitudinario, en el que disfruté como una niña con todxs lxs que estabais allí.
- El primer día de mis prácticas en la Casa de la Mujer.
- El momento en que vi en el tablón que había acabado la carrera.
- Todos esos besos y abrazos que me habéis dado y que guardo con mucho amor.
No me llevo tristeza al despedirme de todo esto, sino alegría por haber sido tan feliz con todxs vosotrxs.
lunes, 3 de octubre de 2011
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