domingo, 3 de noviembre de 2013

Que sea lo que tú quieras

Me pregunto si era Suzanne, o era una canalización, lo que salió por esa boquita. Sea como sea, lo he transcrito. Qué "casualidad" que haya sido justo hoy, justo ahora. ...GRACIAS!! :) “Si queremos cambiar ese mundo que vemos ahí fuera, que tanto nos apena lo que vemos, tenemos que cambiar nuestro mundo, empezando por nuestro mundo interior, lo que hay dentro de nosotros. La automaestría es aprender a cambiar tu mundo y el mundo entero, es nuestra responsabilidad. Nadie en ninguna jerarquía, en ninguna posición política, nadie en un banco, nadie en un pedestal cambiará nada. Somos nosotros que lo vamos a cambiar. Somos 7.000 millones de seres humanos, 7.000 millones de almas, pero también somos un alma colectiva, grupal, que venimos a cambiar la historia, y ojo! Que va rápido eh? Todo lo que no nos gusta se está removiendo, se está destapando, y ese velo ilusorio se está haciendo cada vez más fino. Todo empieza con un pensamiento, una creencia, solo será lo que tú creas, y lo que tú crees. Ni más ni menos. Si crees en ti, en tu poder, en tu creación… así será tu Vida. Por eso hay que Despertarse. Así que, que sea lo que tú quieras, tú eres tu maestro, tú eres tu Dios”.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Sin embalajes

"Tus momentos de mayor desgracia, son tus momentos de mayor gloria". Echando la vista atras he ido directa a esta entrada que escribí en marzo. "La desgracia y la gloria". Como siempre, y aunque en ese instante no lo parezca, los momentos en los que has caido en lo más oscuro, son los momentos de tu mayor gloria. En primer lugar por conseguir vivirlos sin corazas, y este hecho hace que puedas vivirlos con plena consciencia, con una apertura sensorial y emocional plena. He probado las dos vidas, la vida con embalajes, corazas, escudos, "miedo de", "miedo a"... Y la vida a pelo, a pecho descubierto, a corazón abierto, en la que das el 100% sin reservas. Sin duda me quedo con la segunda. Es más arriesgada, pero mas plena, mas real, mas Vida. Hubo un día en que decidí que dejaba de vivir al 50%. Bendigo ese día, una vez más. Allá que voy, Chile :) :) :) :)

viernes, 18 de octubre de 2013

Hace mil años

Suena a lo lejos, perdida, una melodía decrépita, desdichada. Y como siempre el tráfico abajo, deslizándose marchito por el asfalto, ruge sin descanso. Hace mil años, qué colores había… cientos de colores brillantes, chispeantes, llenos de vida, llenos de fuerza, ahora... tan solo gris. Hace mil años el mundo era otro mundo. Hace mil años las sonrisas eran de verdad, y el amor no era una palabra barata, que se desdibuja por la comisura de los labios cuando la pronuncias, y se derrama lentamente. Hace mil años todo era cierto. Hace mil años todo era plata y carmín. Hace mil años… hace tanto tiempo, que ya ni lo recuerdo.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Siempre

Cálidas, sinceras, frías y mentirosas. Extremas y equilibradas, enfadadas o jubilosas. Nadie nos dijo que seríamos el triángulo perfecto, la forma perfecta. Nadie nos dijo que para nosotras habría una segunda oportunidad, que podríamos resurgir de nuestras cenizas para seguir siendo nosotras, siempre. Nadie nos dijo que esto podía ser, sencillamente, perfecto.

martes, 20 de agosto de 2013

El paso silencioso de la acción bordada

El paso silencioso de la acción bordada. El paso silencioso de la acción bordada. El paso silencioso de la acción bordada. A estas alturas de mi vida se me ocurren bobadas así, frases ocurrentes, descriptivas, que siempre tienen que ver conmigo. Y las repito una y otra vez, me resultan sonoras. Así creo que ha sido la existencia de las mujeres a lo largo de los tiempos, como el paso silencioso de la acción bordada. A mis 84 años, después de todo, puedo todavía relatarle a mi nieta los trozos rotos de mi existencia. Qué rabia haber nacido niña. Siempre me pregunté porqué. No grites, no discutas, sonríe siempre, es lo que debemos hacer las mujeres. Decía mi madre. La odiaba tanto cuando decía eso que yo necesitaba salir a la calle, coger una pala de la huerta y ponerme a cavar como una desquiciada, hasta que estaba muerta de cansancio y chorreando de sudor. Creo que fue a los ocho o nueve años cuando mi padre torció el gesto por primera vez para mirarme a los ojos. Estoy convencida que hasta entonces no supo que yo existía. Ahora se muchas cosas. Mi nieta me ayuda a comprender y a perdonar. Sobre todo a perdonar. Cuando un corazón alberga demasiados secretos, enferma. Yo no quiero morir enferma, bastante enferma he estado ya. Quiero morir en paz, por eso hoy confío todo esto a mi nieta, ella me escucha paciente, a veces sin poder contener el llanto, noto como las bocanadas de dolor que salen por mi boca la conmueven. Entonces paro, la miro con la poca dulzura que aún me queda dentro, le acaricio ese pelo castaño con reflejos pelirrojos tan propio de nuestra familia. Fue ella quien me instó a hablar, a contar, a sacar. A ventilar el olor a podrido que tanto daño nos ha hecho. Yo accedí y me dispuse a contarlo todo, hasta la más absoluta de las miserables vivencias que puedo recordar. Sin censura, fue la única condición que me puso. Hoy la veo teclear en ese ordenador a mi lado, todo cuanto digo. Es un pequeño cachorro que no sé muy bien por qué, necesita saber sobre aquello que yo viví. Nunca quise contar nada de esto a nadie, pero a ella sí. Ansía liberar información, que no entiendo cómo pero siento que nos redimirá a todos. Tal vez hoy, a punto de morir, estoy más viva que nunca.

lunes, 22 de julio de 2013

Entre tú y yo

Como la luz de mil luciérnagas que cohabitan en la noche,
como vagan dos viejos conocidos en la profundidad de su cadencia melancólica,
como sienten dos amantes sin sentido,
como dos crias de coral perdidas en el agua,
como miran sin ver nada dos personas divididas,
como caen largo y lento los corazones perdidos,
como si el vacío bailase con el todo,
como si el todo no fuera nada.


Y de nuevo, años después, Edward Estlin Cummings:

"Un misterioso intruso en mala hora surgió en mi vida y desató un infierno. Encontré duro perdonar porque al fin resultó ser yo mismo. Ahora sin embargo, ese demonio y yo somos amigos inseparables para siempre."

jueves, 6 de junio de 2013

Hacia lo Salvaje

Acabo de leer algo que escribí un sábado de marzo de 2007. Algo hay en estas líneas que hoy me llama la atención:
¿No notas nada extraño? Me tiemblas los labios. Recién te veo, y te reconozco aunque nunca antes te había visto. Encerrada en un espacio pequeño, en una habitación, en una calle de una cuidad enorme. Quisiera poder volar, por encima de todo, sobre todas las cosas hacinadas, volar mientras el aire me da en el rostro, volar vacía, sin cadenas, volar cada día mas alto […].
Supongo que esto va en serio, supongo que es imparable, supongo que ya he soltado el freno. Pero mi cerebro me retiene contra mi voluntad, me grita tan fuerte que me aturde. Puede que tan solo sean magulladuras, tan solo torpezas, tan solo proezas de vidas viudas. Cicatrices. Cicatrices que me recuerdan cada día quién soy. 
Y es que sin haberme tan siquiera dado cuenta, voy Hacia lo Salvaje.