viernes, 10 de julio de 2009
Cosas en las que uno piensa
Hay cosas en las que uno nunca piensa, pero que siempre están, y nunca nos abandonan. Pero nunca llegamos a ser conscientes del peso que ejercen sobre nosotros, de que a partir de eso que pensamos que es ajeno a nosotros tomamos todas nuestras decisiones, pensamos nuestras opiniones y sentimos toda nuestra vida. Que a partir de eso que creemos que no nos importa, se entrelaza todo el camino que tejemos día a día. Que aunque digamos que es imposible, aunque nos riamos con tan solo pensarlo, aunque nuestras mentes quieran seguir negándolo, eso nunca huye, siempre permanece en nosotros, lo queramos o no. Si la herida fue profunda, nunca se cierra por dentro. La felicidad reside en ver cicatrizar esa herida, día tras día, aunque tan sólo sea por fuera.
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3 comentarios:
Amén.
Lástima que eso no lo pensases antes de herirte/herir a otros/ser herida por otros.
Tendrías menos en qué pesar sobre este tema y menos esfuerzo que invertir en ser feliz/verte cicatrizar las heridas/ver cicatrizas las heridas de los demás.
-- Virgilio.
Bueno, sobran las presentaciones.
Primero quiero contarte, en relación a tus palabras en el blog de Dani, que el odio es un sentimiento demasiado duro, demasiado amargo, como para juntarlo con la palabra justicia, o con la idea de Justicia. Y no por escribir con odio surgen textos mejores, es el espíritu crítico, analítico y reflexivo el que crea la mejor palabra escrita.
Por otra parte… bueno, como bien sabes la sabiduría y la cultura china ayudan mucho a que fluya el ego, a perdonar, a ser más sereno y más bondadoso. Aunque tal vez lo oriental lo aparcaste y te has pasado a los clásicos romanos por lo que veo, Virgilio, no está mal. Además de la sabiduría china también hoy día existen algunas ayudas, -recuerda la carrera que estoy estudiando- que promueven el apoyo a los demás, el aprendizaje de hábitos psicológicos mejores, la superación del pasado, el desarrollo y el avance de uno mismo. En tu mano lo dejo, pero sí te digo que yo he aprendido muchas cosas, y avanzado en muchas cosas.
Por mi parte, te animo a que reflexiones un poco, sobre lo que me has escrito, y en general sobre todas las cosas.
Y me despido como se despide siempre uno de mis profesores preferidos:
Un Abrazo
Amén.
Puede que tengas razón.
Cuídate y disfruta.
-- Virgilio.
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