Hay noches que no quisieras que se acabaran jamás. Hay momentos que quisieras que durasen toda una vida.
Este es uno de ellos.
Con una pashmina y una bolsita de té, recién llegados de Sri Lanka, con unas palabras virtuales de Leo Leike. Con un insight puro, claro y rotundo.
Gracias a todos los que habéis pasado por mi mente este día, y esta noche.
sábado, 30 de abril de 2011
domingo, 17 de abril de 2011
Por ellas, por ella
Este pasado 14 de Abril, entré en el aula de mi curso, y las ponentes, Cristina y Ana, se felicitaron mutuamente antes de empezar la mañana por el 80 aniversario de la 2ª República Española. Me sentí orgullosa por pertenecer a esta facultad, y a esta universidad, que proclamó a Santiago Carrillo Doctor Honoris Causa.
Hoy vengo de hacer honor a un pasado, a un pasado cercano que muchos se esfuerzan por olvidar, pero otros tratamos de mantenerlo siempre vivo.
Hoy de nuevo, pero con más calma, he sabido de una historia familiar:
Acababa de estallar la guerra. María junto con su hermana, y su padre, sobre las 10 de la noche, abrieron las cuadras y todas las corralas de animales para que salieran libres por el monte. Se iban de casa, y no sabían cuando volverían, ni si lo harían. El ruido de armas disparando y los cañonazos se aceraba por el bajo Pirineo, se oian desde casa. Con más pena y miedo que nunca, salieron con una docena de vecinos, a refugiarse al barranco de los Estañones. María estaba embarazada de 8 meses. Tres horas de camino, plena noche.
Del alumbramiento nació Herminia. No me cuesta imaginar lo primero que oyó y que sintió en sus primeras horas de vida. Desde luego no era la habitación cálida y acogedora que necesitaba. La post-guerra se comió su adolescencia entre cartillas de racionamiento, hambre, y penalidad. Trabajó como nadie desde niña, nacida en el seno de la represión, del miedo, y la miseria de la post-guerra, jamás paró de trabajar. Cuando le pregunto cómo conseguía que toda la familia comiera, una sonrisa amarga aparece en su cara para decirme que “con mucho pan seco y patata se llenaban los pucheros”.
Por y para ella va esta entrada. Por y para todas esas mujeres que mediante valor, sacrificio y trabajo sacaron adelante familias enteras, heridas por aquella guerra, que salpicó de sangre a tanta gente.
También por la República, por ella. Porque hoy me pregunto cómo sería España hoy día si unos asesinos no hubieran derrocado un gobierno, hubieran matado gratuitamente, y hubieran secuestrado un país durante 40 años.
Vivan las mujeres de la República, que sufrieron su derrocamiento.
Viva la República.
Hoy vengo de hacer honor a un pasado, a un pasado cercano que muchos se esfuerzan por olvidar, pero otros tratamos de mantenerlo siempre vivo.
Hoy de nuevo, pero con más calma, he sabido de una historia familiar:
Acababa de estallar la guerra. María junto con su hermana, y su padre, sobre las 10 de la noche, abrieron las cuadras y todas las corralas de animales para que salieran libres por el monte. Se iban de casa, y no sabían cuando volverían, ni si lo harían. El ruido de armas disparando y los cañonazos se aceraba por el bajo Pirineo, se oian desde casa. Con más pena y miedo que nunca, salieron con una docena de vecinos, a refugiarse al barranco de los Estañones. María estaba embarazada de 8 meses. Tres horas de camino, plena noche.
Del alumbramiento nació Herminia. No me cuesta imaginar lo primero que oyó y que sintió en sus primeras horas de vida. Desde luego no era la habitación cálida y acogedora que necesitaba. La post-guerra se comió su adolescencia entre cartillas de racionamiento, hambre, y penalidad. Trabajó como nadie desde niña, nacida en el seno de la represión, del miedo, y la miseria de la post-guerra, jamás paró de trabajar. Cuando le pregunto cómo conseguía que toda la familia comiera, una sonrisa amarga aparece en su cara para decirme que “con mucho pan seco y patata se llenaban los pucheros”.
Por y para ella va esta entrada. Por y para todas esas mujeres que mediante valor, sacrificio y trabajo sacaron adelante familias enteras, heridas por aquella guerra, que salpicó de sangre a tanta gente.
También por la República, por ella. Porque hoy me pregunto cómo sería España hoy día si unos asesinos no hubieran derrocado un gobierno, hubieran matado gratuitamente, y hubieran secuestrado un país durante 40 años.
Vivan las mujeres de la República, que sufrieron su derrocamiento.
Viva la República.
domingo, 3 de abril de 2011
Basura y Vergüenza, parte II
Me retuerzo cuando cada día aparece por la maldita televisión el conflicto de Libia. Con todos esos acuerdos de los paises aliados, la OTAN, la ONU, y su p...reciosa madre, bombardeando a los "malos", para ayudar a los rebeldes a conseguir la "libertad".
Y una mierda. De nuevo nos la intentan colar. Como siempre.
Cuando miles de saharauis huían de la masacre marroquí, en caravanas, con familias enteras, madres, padres, abuelos, niños y niñas, por las noches eran bombardeados con fósforo blanco y napalm por el gobierno marroquí, pero NADIE DIJO NADA. Ni una sola palabra. Nada en los medios. Nada en ninguna parte. A nadie le convenía, porque así los recursos industriales y naturales del Sahara Occidental seguirían siendo explotados por Marruecos, quien amablemente cedía un estupendo porcentaje de ganancias a los "respetuosos" paises que forman la ONU, y de paso, se mantenía una guerra encubierta que seguía pidiendo armamento que venía directamente de las fábricas de armas de EE.UU.
Todos contentos. Como ahora, que resulta que a EE.UU y la Unión Europea se les ha abierto el hambre de petróleo libio, y con la perfecta excusa de sacar a un dictador, de nuevo están manipulándonos a todos para lavar su sucia cara.
Basura de gobiernos que acuden a la carroña.
Qué asco, y qué vergüenza.
Y una mierda. De nuevo nos la intentan colar. Como siempre.
Cuando miles de saharauis huían de la masacre marroquí, en caravanas, con familias enteras, madres, padres, abuelos, niños y niñas, por las noches eran bombardeados con fósforo blanco y napalm por el gobierno marroquí, pero NADIE DIJO NADA. Ni una sola palabra. Nada en los medios. Nada en ninguna parte. A nadie le convenía, porque así los recursos industriales y naturales del Sahara Occidental seguirían siendo explotados por Marruecos, quien amablemente cedía un estupendo porcentaje de ganancias a los "respetuosos" paises que forman la ONU, y de paso, se mantenía una guerra encubierta que seguía pidiendo armamento que venía directamente de las fábricas de armas de EE.UU.
Todos contentos. Como ahora, que resulta que a EE.UU y la Unión Europea se les ha abierto el hambre de petróleo libio, y con la perfecta excusa de sacar a un dictador, de nuevo están manipulándonos a todos para lavar su sucia cara.
Basura de gobiernos que acuden a la carroña.
Qué asco, y qué vergüenza.
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