Supongo que cuando la gente que me rodea me hace los mismos comentarios o las mismas preguntas, es que algo se me nota desde fuera. Y es que sin darme cuenta… soy feliz. Claro que hay cosas que mejorar, y cosas que cambiar, y cosas que no tengo y quiero conseguir. La vida es por sí misma imperfecta. Pero la felicidad jamás ha sido la perfección, ni nunca lo será, por suerte. Recuerdo esa frase de “la vida siempre te da una segunda oportunidad”, qué gracia. La vida te da mil más. Yo no sé por qué oportunidad voy, pero desde luego no es la segunda, quién sabe, tal vez esté en la novena o la decima oportunidad, y sé que han de venir muchas más, pero esta no pienso desaprovecharla.
La vida me invita a un camino diferente, y vosotros me invitáis a subirme encima de la barra del bar, (que por cierto, ni en los mejores tiempos del Tuareg he visto ocho personas subidas a la barra de un bar bailando o intentándolo ;). Recuerdo la canción de Platero: “tras la barra del bar, una vida se va…”. Yo más bien diría: sobre la barra del bar varias –nuevas- vidas comienzan.
Pd: me encanta el Loch Ness!!!!
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