- Asume, afronta. Ponte cara a cara con lo que te ocurre, no trates de disimulártelo a ti mismo, ni de ocultarlo. Por más que trates de esconderlo o de negarlo va a seguir ahí. Afróntalo, calibra bien sus dimensiones, míralo sin miedo. Cuando existe un problema, abordarlo con sinceridad es la mejor vía para comenzar a deshacerlo.
- Perdónate a ti mismo, y perdona a los demás. No reniegues de tu yo pasado, puede que ahora pienses que ciertas decisiones y acciones de tu pasado no fueron las más correctas, pero lo hiciste tan bien como pudiste con los medios y la información que tenías en aquel momento. No te guardes rencor, perdónate, pues es la mejor vía para perdonar a los demás.
- Aprende a decir no. Si realmente no quieres algo, dilo, exprésalo, grítalo si hace falta. Hay muchas maneras de hacerse daño a uno mismo, una de ellas es decir sí cuando realmente quieres decir no. Piensa que aunque tengas miedo, y te cueste mucho esfuerzo decir no al principio, las consecuencias de decir no, las lanzas fuera de ti, la reacción corre a cargo de otra persona. En cambio las consecuencias de decir sí cuando quieres decir no, se quedan en ti mismo, se enquistan. Es muy duro hacer algo que realmente no deseas, querer algo que realmente detestas, o sencillamente decir algo que no piensas.
- Regálate tiempo. En ocasiones nos dejamos llevar tanto por las obligaciones que nosotros mismos nos creamos, que nos olvidamos de que existimos. Regálate paz, regocíjate haciendo cosas que desees, mirando un gran paisaje, el cielo, escuchando música, pero haciendo sólo eso.
- Medita. Quédate a solas con tu interior. Al principio será difícil, porque te encontrarás con todo aquello que guardabas, que retenías para que no saliera, para que nadie viera. Tu vas a ser el primero que lo vea, no lo evites, acéptalo, deja que fluya. Puede que te resulte desagradable a veces ver ciertas cosas negativas de ti mismo, pero piensa que el primer paso para cambiarlas es dejarlas salir, comprenderlas y asumirlas.
- El aquí y el ahora. Éste es un concepto que cuesta mucho aprender en las sociedades occidentalizadas, por eso hay que incidir más en él. Se trata de no revolcarse en el fango del pasado, ni de anticiparse a lo difuso del futuro: apreciar el momento, el instante presente en el que estás vivo, en lo que sientes y vives hoy, ahora, en este mismo minuto. A los occidentales nos resulta difícil de comprender precisamente por su sencillez, y porque siempre estamos asustados y angustiados planeando y organizando nuestro tiempo y nuestra vida. Puedes aprender a disfrutar de la sencillez y la plenitud del momento presente.
- Deja un espacio al sufrimiento. Somos seres humanos, no creaciones de cuento de hadas perfectas y luminosas. Todas las personas tenemos sufrimientos, pueden ser de cualquier índole, físicos, emocionales, etc. No trates de evitarlo ni de controlarlo. Déjale su espacio, dedícale el espacio y el tiempo que precises oportuno, pues si tratas durante todo el día de controlarlo o evitarlo no harás más que pensar permanentemente en él.
- Aprende a cuestionar lo que piensas, a darle un margen de error, y a considerar otras alternativas y otras opciones. Hay tantas realidades como personas existen. En palabras de P. Picasso: “Si hubiera una sola verdad no se podrían hacer cien lienzos sobre el mismo tema"
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4 comentarios:
Y sobre todo: desea de todo corazón que quieres ser feliz.
:) Cierto, desearlo es también muy muy importante. En eso siempre me estoy copiando de ti :D
Buenos son los pilares de la felicidad que nos das, pero a veces es demasiado complicado cumplirlos...
Incluso desear ser feliz!
Bueno son los pilares de mi felicidad xDDDD Puede q los de otra persona sean diferentes, y por eso hay que hacer listas diferentes... Apuesto que en tu lista esta: "acabar la carrera ..por fa plis" :D
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