viernes, 4 de marzo de 2011

Gemelos

Ésta es la historia de dos gemelos, que nacen en una familia. A uno de ellos, le dan para alimentarlo un kilo de pollo al día, durante 15 años. Al otro gemelo, le dan los hierbajos del jardín para alimentarlo, y algunos días apenas come nada, también durante 15 años.
¿Qué habría que hacer para equilibrar la alimentación de éstos dos gemelos a partir de ahora?


Ésta es una de las mejores metáforas que jamás he oído para explicar la discriminación de género.

Partimos iguales. Pero las distintas sociedades a lo largo de los siglos nos han hecho creer a las mujeres -y a los hombres- que éramos el sexo "débil", que no servíamos más que para la esfera privada del hogar y la familia, y que el sexo "fuerte" debía protegernos, pero también maltratarnos a gusto de rancios patriarcas, perversos sistemas políticos y sucios estamentos eclesiásticos.

No creo que al primer gemelo haya que privarlo de pollo los restantes 15 años de su vida, para compensar al otro. Creo que ambos deben tener su ración de pollo diaria, desde ya. Y el primero debe acostumbrarse a ver comer al otro la misma comida que él, a su lado, ni delante, ni detrás.

Creo que con el esfuerzo y la voluntad de todos y todas, hombres y mujeres acabaremos siendo lo que nacimos: gemelos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien, bien, bien, muy bien Tessa :)
Me gusta como sigues azotando la sociedad, y a la vez aportando soluciones. Te veo en forma ;). De poco vale eliminar una conducta inadecuada, si no se propone otra alternativa que si sea adecuada,jeje.

Pues sí, que ninguna condición ajena a la humanidad que llevamos dentro determine el derecho a la vida que tenemos, tales como: nacionalidad, sexo, edad, color de piel, color de los dientes, gustos musicales, animales favoritos... Es absurdo valorar a una persona por algo así. Valoremos su corazón, y si está podrido será cuando podamos decir "uf, a este no me gusta darle pollo" no por sus rasgos aparentes, sino porque está podrido.

Juanito :)

Tessa dijo...

:) Qué bueno leerte por aquí! Acabo de publicar algo... y sabes a quién le negaría siempre el pollo? A los señores con asientos de cuero y banderas a su espalda, que se hacen llamar presidentes de gobierno, políticos, o derivados.

un abrazo